En las aulas de clase se generan grandes amistades, inquietudes y conocimientos que pueden llegar a marcarnos y definir toda nuestra vida. Sin embargo, al mismo tiempo se gestan otra serie de situaciones que si no se tiene el cuidado pertinente pueden llegar a deformar toda la educación que como docentes impartimos.
Eric Harris, de tan solo 18 años, victimario de la matanza de Columbine (1999), narrada en el documental Bowling for Columbine 1, dejó una nota de despedida (se suicidó luego de acribillar a varios de sus compañeros) en la que aclaraba que había tomado esta decisión luego de ser alienado y ridiculizado por varios de sus compañeros en diferentes oportunidades.
Eric había sido víctima del bullying; un fenómeno que hasta ese momento era para muchos una inofensiva parte de la vida escolar. El bullying es un fenómeno que, aunque no es reciente, ha tomado gran protagonismo en las aulas de clase de todo el mundo durante los últimos años, debido a las consecuencias que ha generado como masacres en diferentes instituciones. El bullying es definido por el profesor Dan Olweus como una conducta intimidatoria, caracterizada por someter a un mismo alumno o alumna a actos de crueldad, falta de respeto y humillación, de una manera permanente por parte de un compañero o compañera o de un grupo. Aunque el término no puede ser traducido literalmente al español, se ha adoptado la palabra "matoneo" para lograr identificarlo y definirlo.
Según María Eugenia Carvajal, experta en el fenómeno Bullying, para entender realmente de lo que se trata el problema hay que comprender cada una de las partes de la definición: "Intimidar: La intimidación sólo es posible cuando hay desequilibrio de poder entre las partes, porque de no haberlo ninguna se intimidaría, sino que ambas lucharían por defenderse.
Por eso el abusador escoge siempre una presa fácil, porque algo la hace vulnerable: timidez, fragilidad física, gafas, acné, obesidad, busto grande o pequeño. La lista es larga, porque cualquier pretexto vale para el verdugo deseoso de crueldad. Crueldad emocional, falta de respeto o humillación: Aunque el abuso escolar puede incluir agresiones físicas, su propósito fundamental es humillar a la víctima.
De una manera permanente, por parte de un compañero o de un grupo de compañeros: Esta violencia se caracteriza porque los victimarios se ensañan siempre en la misma víctima, la someten a una tortura sin tregua y le niegan la más efímera oportunidad de levantar la cabeza para remendar su dignidad destrozada".
Para la pedagoga española Nora Rodríguez, existen cinco fases del bullying: "En la primera el acoso parece un juego; en la segunda el grupo se da cuenta y suele ponerse en contra del afectado; en la tercera la víctima se siente culpable; en la cuarta el niño está tan temeroso que ya actúa hasta por la mirada del otro; en la quinta la situación se vuelve extrema, la víctima puede atentar contra ella o su agresor".2
Existen diferentes maneras de matonear, entre ellas se encuentran el matoneo físico (golpes, zancadillas o accidentes fingidos), el matoneo verbal (insultos, chismes, calumnias) y el matoneo no verbal (exclusión directa o indirecta, gestos, miradas de desprecio), que pueden llegar a causar diferentes impactos tanto en la víctima como en el victimario y de la misma manera en quienes presencian estas actividades. En la víctima puede causar ausentismo escolar, mal rendimiento académico, conducta inhibida o incapacidad de asumir riesgos, nerviosismo, depresión, falta de apetito, insomnio o pesadillas, incluso un mayor riesgo de homicidio. En los victimarios, el matoneo genera un mayor riesgo de ser convictos por la ley. Según un estudio de Olweus y Fight Crime en 2003, el 40% de estos niños y jóvenes bullyes han tenido un problema grave con la ley antes de cumplir 24 años, mientras que el 60% han tenido al menos un problema legal. En quienes presencian el abuso se puede generar temor, sentimiento de impotencia o culpabilidad.
Educadores al frente
En muchas ocasiones, los docentes que se encuentran con un problema de violencia escolar (bullying) no han sido formados o preparados para afrontarlo y buscar soluciones eficientes. Este es un listado de recomendaciones hechas por la psicóloga Carvajal, para enfrentar de mejor manera esta situación
Lo que no se debe hacer
Eric Harris, de tan solo 18 años, victimario de la matanza de Columbine (1999), narrada en el documental Bowling for Columbine 1, dejó una nota de despedida (se suicidó luego de acribillar a varios de sus compañeros) en la que aclaraba que había tomado esta decisión luego de ser alienado y ridiculizado por varios de sus compañeros en diferentes oportunidades.
Eric había sido víctima del bullying; un fenómeno que hasta ese momento era para muchos una inofensiva parte de la vida escolar. El bullying es un fenómeno que, aunque no es reciente, ha tomado gran protagonismo en las aulas de clase de todo el mundo durante los últimos años, debido a las consecuencias que ha generado como masacres en diferentes instituciones. El bullying es definido por el profesor Dan Olweus como una conducta intimidatoria, caracterizada por someter a un mismo alumno o alumna a actos de crueldad, falta de respeto y humillación, de una manera permanente por parte de un compañero o compañera o de un grupo. Aunque el término no puede ser traducido literalmente al español, se ha adoptado la palabra "matoneo" para lograr identificarlo y definirlo.
Según María Eugenia Carvajal, experta en el fenómeno Bullying, para entender realmente de lo que se trata el problema hay que comprender cada una de las partes de la definición: "Intimidar: La intimidación sólo es posible cuando hay desequilibrio de poder entre las partes, porque de no haberlo ninguna se intimidaría, sino que ambas lucharían por defenderse.
Por eso el abusador escoge siempre una presa fácil, porque algo la hace vulnerable: timidez, fragilidad física, gafas, acné, obesidad, busto grande o pequeño. La lista es larga, porque cualquier pretexto vale para el verdugo deseoso de crueldad. Crueldad emocional, falta de respeto o humillación: Aunque el abuso escolar puede incluir agresiones físicas, su propósito fundamental es humillar a la víctima.
De una manera permanente, por parte de un compañero o de un grupo de compañeros: Esta violencia se caracteriza porque los victimarios se ensañan siempre en la misma víctima, la someten a una tortura sin tregua y le niegan la más efímera oportunidad de levantar la cabeza para remendar su dignidad destrozada".
Para la pedagoga española Nora Rodríguez, existen cinco fases del bullying: "En la primera el acoso parece un juego; en la segunda el grupo se da cuenta y suele ponerse en contra del afectado; en la tercera la víctima se siente culpable; en la cuarta el niño está tan temeroso que ya actúa hasta por la mirada del otro; en la quinta la situación se vuelve extrema, la víctima puede atentar contra ella o su agresor".2
Existen diferentes maneras de matonear, entre ellas se encuentran el matoneo físico (golpes, zancadillas o accidentes fingidos), el matoneo verbal (insultos, chismes, calumnias) y el matoneo no verbal (exclusión directa o indirecta, gestos, miradas de desprecio), que pueden llegar a causar diferentes impactos tanto en la víctima como en el victimario y de la misma manera en quienes presencian estas actividades. En la víctima puede causar ausentismo escolar, mal rendimiento académico, conducta inhibida o incapacidad de asumir riesgos, nerviosismo, depresión, falta de apetito, insomnio o pesadillas, incluso un mayor riesgo de homicidio. En los victimarios, el matoneo genera un mayor riesgo de ser convictos por la ley. Según un estudio de Olweus y Fight Crime en 2003, el 40% de estos niños y jóvenes bullyes han tenido un problema grave con la ley antes de cumplir 24 años, mientras que el 60% han tenido al menos un problema legal. En quienes presencian el abuso se puede generar temor, sentimiento de impotencia o culpabilidad.
Educadores al frente
En muchas ocasiones, los docentes que se encuentran con un problema de violencia escolar (bullying) no han sido formados o preparados para afrontarlo y buscar soluciones eficientes. Este es un listado de recomendaciones hechas por la psicóloga Carvajal, para enfrentar de mejor manera esta situación
Lo que no se debe hacer
- Ignorar el problema
- Esperar a que el problema desaparezca solo
- Culpar a la víctima
- Animar a los estudiantes a que manejen el problema ellos mismos
- Confundir el matoneo con el liderazgo
- Animar a las víctimas a la retaliación
- Asignarles a las víctimas la responsabilidad de defenderse
- Hacer uso de la mediación
- Tomar medidas enérgicas contra los abusivos sin una política institucional de prevención
- Hacer que los abusadores tomen terapia de grupo
Para tener en cuenta:
- Hay que aprender a distinguir el matoneo de la pelea y el conflicto.
- Cuando se reciba un informe de abuso escolar, hay que ponerle atención a la víctima, porque la indiferencia refuerza el sentimiento de lo que los psicólogos llaman la impotencia aprendida: ?yo para que busco ayuda sino la voy a encontrar?.
- Identificar los momentos y los sitios de la jornada escolar en donde el matoneo ocurre, en colaboración con los estudiantes, para tomar medidas de supervisión.
- Pasar el mensaje de que esa conducta no se va a tolerar más en el colegio y existirán sanciones para quienes la practiquen.
- Buscar que los niños ayuden a proponer políticas escolares que sirvan para su propia tranquilidad.
- Se debe tener un momento a la semana para evaluar el clima escolar junto a los estudiantes y en el dar la suficiente confianza a los estudiantes para que cuenten todo lo que está sucediendo.
Jeremy spoke in class today...
En 1991, la banda grunge Pearl Jam puso al manifiesto el problema del bullying en Estados Unidos, cuando compusieron la canción "Jeremy", en la que contaban la historia de Jeremy Wale Dale, un joven de 15 años que se suicidó frente a sus compañeros de salón a causa de la desatención de sus padres y continuas bromas a las que era sometido por parte de sus compañeros. El vídeo que se encuentra en la
página www.youtube.com fue censurado varias veces por los canales de vídeos, dado a su impacto visual.
En 1991, la banda grunge Pearl Jam puso al manifiesto el problema del bullying en Estados Unidos, cuando compusieron la canción "Jeremy", en la que contaban la historia de Jeremy Wale Dale, un joven de 15 años que se suicidó frente a sus compañeros de salón a causa de la desatención de sus padres y continuas bromas a las que era sometido por parte de sus compañeros. El vídeo que se encuentra en la
página www.youtube.com fue censurado varias veces por los canales de vídeos, dado a su impacto visual.
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